Sala Verna (Francia)
  Cueva del Ibón (Navarra)

9 y 10 de agosto de 2003. Nacho Hierro
Ángel Sánchez, Inmaculada Ruiz, Paco y Luis Toquero, Gloria Moreno, Francisco Ochayta, Paloma, Paco Mínguez, Juan Oliva, Eduardo Marín, Paco Cuesta y Nacho Hierro.
 
 

Por fin conseguimos visitar la sala de la Verna, de las más grandes entre las conocidas, después que el pasado diciembre la nieve nos lo impidiera (no fue muy grave, cambiamos la espeleología por el esquí de fondo en los bosques de Somport y Belagua).

Tras una aproximación de media hora por un empinado bosque de hayas accedimos a la sala directamente por el túnel que realizó la compañía eléctrica francesa en los cincuenta del siglo pasado.

Al estar en ella se comprende lo que pensaron los primeros espeleólogos que la descubrieron en 1953: hemos salido al exterior y es de noche. Pues, su enorme tamaño (180x140x140 m.) nos produce desorientación, las paredes y el techo no se ven; agradecemos ser tantos, ya que 14 frontales, tres focos potentes y separarnos en dos grupos hacen que apreciemos la magnitud y belleza de la sala.

El río, con poco agua ahora, cae a la sala en cascadas desde una altura de 80 m. Progresamos por la galería de la que sale éste unos 200 m. El cauce, sobre lecho de pizarras y entre bloques de caliza, nos lleva meandro arriba hasta que una cuerda vertical, no fiable, nos para (hay un pasamanos, llevar cabos de seguro)

Hay amplias referencias de localizaciones y travesías del sistema de la Piedra de San Martín en el libro de grandes travesías de Isidoro Ortiz y en el de Grandes Cuevas y Simas de España de Carlos Puch, del que se extrae el nº 17 de la revista Subterránea, monográfico de las 15 cavidades de España con más de 1000 m de desnivel, donde lo encontramos con otra presentación.

Para completar el fin de semana unos fueron a escalar y a hacer turismo y otros fuimos a la Cueva del Ibon cuya boca actúa como desagüe del macizo de Ezkaurre en invierno, primavera y en tormentas fuertes de verano. De ella suele salir un importante caudal de agua que impide la entrada y sifona algunos pasos. La única dificultad que tiene es una escalada al comienzo (llevar cuerda de 15 m.) Tiene 200 m. de longitud y 30 de desnivel.

Para ir a la cueva del Ibon se sale de Isaba hacia el valle de Belagua, en el km. 2,500, a mano derecha de la carretera, existe un puente de piedra sobre el río Eska. Cruzarlo y seguir a la derecha unos metros hasta encontrar un puente de madera sobre un cauce con bloques. Remontar el cauce y a unos 25 metros está la boca.

 
   
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